Los peores hombres, los poderosos, los verdugos, sin olvidar a Adolf Hitler tenían o tienen una mujer que les ama con locura.
Desde la manzana de Adán ellas llevan los dolores del mundo pasando por el parto.
Amiga de sus hijas, confidente de sus hijos, lista para defenderles poco importa el enemigo.
Cuando no es una madre que ama, es una hermana, una esposa, una amiga, una amante, u otra mujer desconocida que ama.
Ellas perdonan todo.
Aman a pesar de todo.
Que el cielo bendiga a ésta mujer que ama incluso a un infiel hasta la muerte.
Mujer en tu persona, el hombre encontrará a una amiga, una profesora, una sonrisa, una mano que limpia los dolores porque eres la cuna de la humanidad.
Que la salud sea tu espejo para ver lo que te reserva el tiempo.
Quizás las palabras no basten para expresar tu majestuosidad pero son como aromas de reconocimiento que vuelan hacia ti.